Las ventajas de un servidor dedicado con el precio de un hosting compartido.
Hosting es el Hospedaje web que hace que su sitio sea visible en la web. Ofrecemos planes rápidos y confiables para cada necesidad, desde una Web básica hasta un sitio de gran potencia.
Las ventajas de un servidor dedicado con el precio de un hosting compartido.
Consiga el rendimiento de un servidor dedicado con la facilidad de un hosting compartido.
Amplié sus Recursos de disco duro, memoria, CPU según tus necesidades en minutos.
Disponga de toda la potencia, privacidad y seguridad que te otorgan nuestros servidores VPS.
Para aquellas empresas que necesitan un servidor físico para sus aplicaciones y sistemas.
Alta disponibilidad, Hardware de vanguardia, Fuentes de alimentación redundantes.
A su disposición sistemas operativos de gran alcance, como Linux o Windows.
Rendimiento de alto nivel gracias al uso de nuestros potentes procesadores Intel Xeon.
Ventas: ventas@hostingplus.com.es
Publicado en:
Cuando hablamos de posicionamiento web, la mayoría piensa en palabras claves, contenido atractivo o backlinks. Pero hay un factor esencial que a menudo pasa desapercibido: el hosting. Y no es un tema menor. El servidor donde está alojada una página web puede hacer o destruir el esfuerzo que pongas en optimizarla para los motores de búsqueda.
Google y otros buscadores valoran muchísmo la experiencia del usuario. ¿Qué incluye eso? Rapidéz, estabilidad, seguridad. Todos esos aspectos dependen en gran parte de la calidad del hosting que elijas.
Un hosting adecuado reduce errores técnicos, mejora el tiempo de carga, protege los datos de los usuarios y mantiene el sitio en línea sin interrupciones. Todo eso se traduce en mejores métricas y, por tanto, en mejor SEO. Pero si tu sitio está alojado en un servidor sobrecargado, mal configurado o inestable, el resultado será exactamente el opuesto.
La rapidéz de carga es uno de los factores más importantes para el SEO. No es opcional. Si tu página tarda más de tres segundos en cargar, es muy probable que el usuario se canse y cierre la ventana. Esa acción aumenta la tasa de rebote, lo cual es interpretado por Google como una mala señal.
Y lo peor: Google también lo nota. Sus bots escanean millones de sitios cada día, y si el tuyo carga lento o falla, lo indexará con menos frecuencia o directamente lo penalizará. Un hosting de baja calidad puede convertir un sitio bien diseñado en un fracaso invisible.
Lo ideal es que el servidor tenga recursos dedicados, memoria suficiente y buen procesamiento para manejar todo el tráfico sin colapsos. También debe ser compatible con sistemas de caché, CDN y tecnologías como HTTP/2 o LiteSpeed, que mejoran aún más el rendimiento.
El tiempo de actividad, conocido como uptime, se refiere a la cantidad de tiempo que tu sitio está disponible para los visitantes. Un buen proveedor garantiza 99.9% de disponibilidad, pero en la práctica, muchos caen por debajo de ese nivel. Y cada caída, por pequeña que sea, representa visitantes perdidos y una mala señal para los buscadores.
Un hosting inestable produce errores como el temido Error 500, que no sólo molesta a los usuarios, sino que impide que los bots indexen tu página. Si estos errores son frecuentes, tu sitio bajará posiciones sin que sepas por qué.
Los buscadores valoran sitios confiables. Si el tuyo no carga cuando se lo visita, perderás reputación. Así de simple. Por eso, elegir un hosting con alto uptime no es un lujo: es una necesidad.
Un aspecto poco considerado es la ubicación geográfica del servidor. Si tu audiencia está en México y tu servidor en Europa del Este, cada solicitud tarda más en procesarse. Esa demora, aunque mínima, impacta directamente en la experiencia del usuario y en el SEO.
Idealmente, el servidor debe estar lo más cerca posible del mercado al que te diriges. Muchos hostings permiten elegir la ubicación al momento de la contratación. Otros incluyen tecnologías como CDN (Content Delivery Network), que distribuyen el contenido en diferentes regiones del mundo para mejorar la rapidez sin importar desde dónde se acceda.
Pero si tu proveedor no tiene esta opción, podrías estar en desventaja frente a otros sitios que sí ofrecen una carga más rápida por estar mejor ubicados.
Desde hace años, Google prioriza sitios con HTTPS. Eso significa que si tu página no tiene un certificado SSL, será catalogada como “no segura”. No sólo espantas a los visitantes, sino que además pierdes autoridad ante el algoritmo del buscador.
Un hosting de calidad debería ofrecer SSL gratuito o al menos fácil de instalar. También debe tener herramientas para escanear y prevenir malware, ataques DDoS, y contar con cortafuegos actualizados. Cada brecha de seguridad, cada caída, es una mala señal para Google.
Un sitio inseguro no solo es penalizado, también deja de inspirar confianza. Los visitantes no llenan formularios, no compran, no interactúan. Eso impacta en el SEO de forma directa.
Muchos servicios de hosting colocan decenas o cientos de sitios en una sola IP compartida. Y aunque Google ha dicho que no penaliza eso directamente, puede traer problemas si esa IP está asociada a sitios maliciosos o de spam.
Una IP dedicada reduce ese riesgo, mejora la estabilidad y es fundamental para quienes usan certificados SSL personalizados o necesitan gestionar correos electrónicos sin bloqueos. Además, en algunos casos, mejora la respuesta del servidor, lo que se traduce en una carga más rápida.
No siempre es indispensable tener IP dedicada, pero saber en qué entorno estás alojado sí es importante. Y muchos proveedores no te informan esto con claridad.
Un hosting que no hace backups automáticos pone en riesgo todo tu trabajo. Si ocurre un fallo, una actualización sale mal o eres víctima de un ataque, podrías perder años de contenido. Y si tu sitio desaparece, también desaparece tu visibilidad en buscadores.
Además, las copias de respaldo te permiten restaurar versiones anteriores si una optimización SEO sale mal, sin tener que rehacer todo desde cero.
Y no se trata solo de respaldos. El servidor debe ofrecer consistencia en el rendimiento. Un sitio que hoy carga rápido pero mañana se cae o se vuelve lento, no va a mantener posiciones estables en los rankings.
Aunque no lo parezca, la usabilidad del hosting también influye. Si el panel de control es confuso o limitado, te costará implementar mejoras técnicas para SEO como redirecciones 301, gestión de archivos robots.txt o edición del .htaccess.
Tener acceso fácil a herramientas avanzadas puede marcar la diferencia cuando necesitas optimizar el sitio a fondo. Además, si tienes acceso a métricas de servidor, puedes identificar cuellos de botella antes de que afecten tu posicionamiento.
Tarde o temprano algo fallará. Puede ser una actualización de WordPress, un conflicto con plugins o un ataque inesperado. En esos momentos, el soporte técnico de tu proveedor es lo que te puede salvar.
Un buen soporte no solo responde rápido, sino que entiende de SEO técnico, de optimización de recursos y te guía para resolver problemas sin que tu sitio se hunda en el ranking.
Un mal proveedor te dejará esperando horas o te dirá que el problema no es suyo. Y mientras tanto, Google ya te está bajando posiciones.
Un hosting actualizado debe ofrecer PHP en su última versión, bases de datos rápidas (como MariaDB o PostgreSQL), compatibilidad con HTTP/2, y soporte para sistemas de caché. Todo esto suma velocidad y estabilidad, que son dos pilares fundamentales para el SEO.
Además, debe facilitar la integración con herramientas como Cloudflare, que no solo mejoran el rendimiento, sino que también aumentan la seguridad. Cuanto más moderno sea el entorno, más ventaja tendrás frente a sitios que aún funcionan con tecnologías obsoletas.
Uno de los errores más comunes es elegir un hosting solo por el precio. Lo barato sale caro, y en este caso, se paga con visibilidad. Un hosting lento, inestable o inseguro termina arruinando todo el trabajo SEO que hagas.
Es mejor invertir en un proveedor confiable desde el principio que tener que migrar cuando ya es tarde y tu sitio ha sido penalizado por errores que no fueron tuyos.
Hay señales claras que indican que tu hosting está jugando en contra:
Tu sitio carga lento sin razón aparente
Se cae con frecuencia
Aparecen errores como el 500 o el 503
No puedes implementar certificados SSL
Google tarda en indexar tus nuevas páginas
Pierdes posiciones sin haber cambiado nada en tu contenido
Si te identificas con más de una, es probable que el servidor sea el culpable.
Cambiar de hosting puede parecer riesgoso, pero si se hace bien, no deberías perder posicionamiento. Al contrario, si mejoras la velocidad, estabilidad y seguridad, Google lo notará a tu favor.
Para migrar correctamente:
Haz una copia completa del sitio
Verifica que el nuevo servidor soporte todas las tecnologías que usas
Configura bien las redirecciones
Mantén el dominio y estructura de URLs
Usa Search Console para monitorear el comportamiento post migración
Si estás buscando un servicio de hosting que marque la diferencia real en tu posicionamiento, HostingPlus ofrece servidores optimizados, excelente uptime, soporte técnico especializado y herramientas avanzadas para sacarle el máximo provecho a tu sitio web.