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WordPress es reconocido por su facilidad de uso, pero hay funcionalidades que pueden requerir ciertos conocimientos técnicos. Para quienes desean escalar sus proyectos, un desarrollador WordPress puede brindar ese extra de experticia a la hora de crear o modificar plugins, plantillas o incluso diseñar un tema WordPress personalizado. Estos desarrolladores dominan aspectos de PHP, HTML, CSS y JavaScript, lo que se traduce en la posibilidad de agregar nuevas secciones, funciones de comercio electrónico y optimizaciones de velocidad.
Cuando intentas hacerlo tú mismo, puede que pases días o semanas intentando descifrar cómo resolver un error que, para un experto, es un problema sencillo de arreglar. Esa pérdida de tiempo puede traducirse en menos visitantes y menor reputación en línea. Por ello, contratar un desarrollador WordPress es esencial cuando se requiere una adaptación precisa a tus necesidades.
La curva de aprendizaje puede ser muy intensa para quien no está familiarizado con la programación. Si dedicas demasiado tiempo a probar soluciones que no terminan de funcionar, tu proyecto se retrasa. Un buen desarrolador WordPress no solo solucionará ese tipo de contratiempos con más rapidez, sino que también te asesorará en las mejoras que necesites para tu sitio.
Incluso si dominas algo de código, tener a un experto de tu lado libera tu mente para que puedas concentrarte en las estrategias de marketing, la creación de contenido o la gestión diaria del negocio. Lo ideal es que, al establecer el contrato con el desarrollador, quede claro qué se espera y en qué plazo se entregará, de manera que tengas un control completo del tiempo.
Un tema WordPress personalizado puede requerir retoques y mantenimiento constante. Mientras que un simple ajuste de diseño podría solucionarse en minutos, un cambio mayor, como la implementación de un sistema de membresías, demanda un conocimiento más profundo. De igual manera, los diferentes plugins que uses se van actualizando, y si tu sitio tiene configuraciones especiales, habrá que asegurarse de que todo siga siendo compatible.
Contar con un desarrollador de confianza te permitirá tener un acompañamiento continuo. Podrás solicitar pequeñas mejoras de forma regular y tendrás a alguien que ya conoce a fondo la estructura de tu web. Así se evita ese temido “efecto bola de nieve” en el que muchos pequeños inconvenientes se acumulan hasta colapsar la página. Por tanto, dar con la persona idónea es una inversión que se ve reflejada en la estabilidad y éxito de tu proyecto online.
Lo fundamental es que maneje PHP, HTML, CSS y JavaScript. Estos lenguajes permiten ajustar la estructura, el estilo y la interacción de tu sitio web de WordPress. No es lo mismo un programador que apenas domina HTML y CSS, a alguien que puede crear plugins o personalizar el corazón mismo de WordPress cuando sea necesario. Asegúrate de evaluar qué tan profundos son sus conocimientos.
Aunque un dominio total de cada lenguaje es un ideal, muchas veces te topas con desarrolladores especializados en un área concreta. Por ejemplo, algunos se enfocan más en la creación de plugins y otros en maquetación. Lo importante es que la persona a contratar cubra las necesidades específicas de tu proyecto.
Hay programadores muy talentosos que jamás han trabajado con WordPress. Eso no significa que sean menos competentes, pero sí que necesitarán más tiempo de adaptación. Lo idóneo es que tu candidato sea un experto en WordPress y conozca cómo funciona la jerarquía de plantillas, los hooks y filtros, la estructura de la base de datos y las buenas prácticas al desarrollar.
Además, alguien con experiencia en la plataforma sabrá cómo optimizar el rendimiento y la seguridad de un tema WordPress personalizado. Así, te asegurarás de que no deje cabos sueltos que más tarde generen brechas de seguridad o errores fatales.
La experiencia del usuario no solo se define por la velocidad de carga o la funcionalidad de los plugins, sino también por cómo se ve y se siente el sitio. Un buen desarrollador WordPress debe conocer los principios básicos de SEO para optimizar etiquetas meta, tiempos de carga y la estructura del contenido. Además, el diseño debe ser responsivo, adaptándose a todo tipo de dispositivos.
Es cada vez más común que los visitantes accedan a tu web desde sus móviles, así que tu desarrollador tiene que estar al tanto de las prácticas recomendadas para brindar una experiencia fluida. Esto también es importante para el posicionamiento en los motores de búsqueda, pues un sitio que funciona bien en teléfonos inteligentes tiene más probabilidades de aparecer en las primeras posiciones.
WordPress evoluciona con el tiempo, introduciendo nuevas funciones y mejoras. Un desarrollador que se queda estancado en lo que aprendió hace cinco años puede que no sea la mejor opción. Busca a alguien que se mantenga actualizado y sepa encontrar soluciones efectivas en lugar de complicar el proyecto.
La resolución de problemas incluye no solo la habilidad técnica para identificar qué salió mal en el código, sino la disposición de aprender sobre las necesidades específicas de tu sector. Si tu sitio está relacionado con el comercio electrónico, requerirás de un profesional capaz de implementar herramientas como WooCommerce sin complicaciones y garantizar la seguridad en las transacciones.
Antes de publicar un anuncio o buscar referencias, necesitas tener claro qué esperas lograr con tu web de WordPress. ¿Deseas solo un blog sencillo, una tienda en línea o un portal de membresías? Al definirlo, sabrás qué tipo de desarrollador se ajusta mejor a tus planes. Por ejemplo, si buscas instalar un sistema de ecommerce, quizás te interese un desarroyador WordPress con experiencia en WooCommerce y pagos electrónicos.
Anota en un documento cada funcionalidad que consideres importante. No necesitas ser un especialista para describir en términos generales lo que quieres. Mientras más clarifiques tu visión, más sencillo será filtrar y evaluar a los candidatos.
Muchos desarrolladores cobran por horas de trabajo, otros establecen precios fijos por proyecto. Algunos podrían trabajar como freelancer de WordPress, mientras que otros operan dentro de agencias. Todo dependerá de los alcances de tu web. Sea cual sea el modelo que prefieras, ten un presupuesto estimado. Esto te evitará sorpresas cuando el desarrollador presente su cotización.
Debes tener en cuenta que un experto con más experiencia suele costar más, pero también te asegura mayor confiabilidad y rapidez en la entrega. No siempre lo más caro es mejor, pero tampoco es aconsejable ahorrar de forma excesiva y terminar con un resultado mediocre.
Cuando estés listo para buscar candidatos, redacta una oferta de trabajo que incluya toda la información relevante:
Mientras más detallada sea tu oferta, más fácil será para los interesados determinar si son un buen ajuste y enviarte una propuesta realista. Evita redacciones ambiguas o vagas. Sé específico y menciona de manera directa el alcance aproximado del proyecto.
Una vez publicada la oferta, llegarán múltiples solicitudes. En esta fase, analiza cuidadosamente los perfiles y portafolios. Un portafolio sólido es un indicador importante: si tu desarrollador WordPress aspirante ha creado o modificado sitios con funcionalidades similares a las que buscas, es más probable que te entregue un trabajo de calidad.
También es recomendable prestar atención a la comunicación. El candidato ideal debe mostrar interés en entender los objetivos de tu proyecto y, sobre todo, explicar con claridad lo que puede hacer por ti. Alguien que no responde con rapidez o que no resuelve tus dudas de forma clara probablemente no sea la mejor opción.
El siguiente paso es entrevistar a tus finalistas. Puedes hacerlo de manera presencial, por videollamada o incluso por chat. La clave es hacer preguntas que revelen su proceso de trabajo y su experiencia previa con proyectos similares. Si notas que te cuesta expresarte en términos técnicos, no te preocupes. Un buen desarrollador sabrá traducir el lenguaje técnico a algo entendible.
Una vez hayas seleccionado a la persona adecuada, redacta un contrato o al menos un acuerdo por escrito que especifique entregables, tiempos, pagos y cualquier otra condición relevante. Este documento ayuda a evitar confusiones a futuro y te dará tranquilidad.
Establecer un costo promedio puede ser complicado, pues depende de múltiples factores: la complejidad del proyecto, la experiencia del desarrollador y hasta tu ubicación geográfica. Sin embargo, para darte una idea aproximada:
Por supuesto, hay quienes trabajan por proyecto. Por ejemplo, la creación de un tema WordPress personalizado puede costar desde 300 USD hasta cifras superiores a los 2000 USD, dependiendo de la complejidad y las características requeridas. Como ves, no hay una cifra única. Lo más importante es que el coste sea acorde a la calidad y el nivel de experiencia que buscas.
Vale la pena mencionar que, antes de contratar, revises trabajos previos y valides la calidad del código, la seguridad y la optimización SEO. Lo más costoso no necesariamente garantiza el mejor resultado, pero si ves que un desarrollador ofrece tarifas muy bajas, podría ser señal de que no brinda la calidad que buscas.
No hay nada peor que trabajar en un proyecto y descubrir, a la mitad del proceso, que el cliente y el desarrollador no están sincronizados. Procura mantener una comunicación fluida y establecer revisiones periódicas. Crea canales de feedback donde puedas expresar dudas o hacer observaciones. Por ejemplo, podrías acordar revisiones semanales o quincenales.
La idea es que cada parte sepa exactamente en qué estado se encuentra el proyecto y cuáles son los próximos pasos. Una comunicación clara evita retrazos y malos entendidos que luego se traducen en complicaciones costosas.
En lugar de dejar el proyecto abierto con un “cuando puedas, me lo entregas”, es mejor dividirlo en fases y establecer plazos concretos. Esto funciona para tener control de avances y también para hacer correcciones a tiempo. Por ejemplo:
Cada fase puede tener un pago asociado, lo cual motiva tanto a ti como al desarrollador a cumplir con el cronograma.
Asegúrate de tener toda la documentación del proyecto guardada de forma segura. Esto incluye copias de seguridad del sitio, información de acceso al hosting, datos sobre plugins utilizados y versiones de WordPress. Tu desarrollador puede guiarte en la implementación de sistemas de control de versiones como Git, que facilitan el trabajo colaborativo y evitan pérdidas de información.
Si cuentas con un tema WordPress personalizado, es recomendable que el desarrollador deje una guía básica para que puedas hacer modificaciones sencillas por tu cuenta en el futuro. Nadie quiere depender al 100% de un tercero para algo tan simple como cambiar un color o agregar un texto.
A veces, el entusiasmo por empezar hace que contratemos al primer programador que encontramos, sin revisar ejemplos de su trabajo anterior. Error grave. El portafolio te da pistas sobre el estilo y la calidad que maneja el candidato. Aunque no sea idéntico a lo que buscas, siempre es bueno ver si sus diseños te agradan y si tienen cierto nivel de profesionalismo.
Entiendo que en ocasiones tenemos presupuestos ajustados, pero optar por el desarrollador más barato sin evaluar calidad, reputación o referencias puede llevarte a un desastre. Un trabajo mal ejecutado significará gastar más dinero y tiempo corrigiéndolo después. Es preferible invertir en alguien con una tarifa razonable y buen respaldo.
Si tu propuesta de trabajo es demasiado corta y sin indicaciones claras, corres el riesgo de recibir propuestas poco realistas o, peor aún, de que el desarrollador no comprenda tus necesidades. Aclara desde el principio qué tipo de funcionalidades deseas, el estilo de diseño, los plazos y, si es posible, un presupuesto aproximado. Así evitas malas interpretaciones.
Aunque sea un proyecto pequeño, es muy importante tener un documento que defina los entregables, plazos y condiciones de pago. Un simple intercambio de mensajes en redes sociales no es la forma más seria de llevar un negocio, y podría causarte inconvenientes legales o disputas difíciles de solucionar.
Antes de buscar a un desarrollador WordPress, vale la pena que tengas claro cómo se organizará tu contenido. Define las categorías, secciones y menús que planeas incluir. Esto ayudará al desarrollador a estimar el trabajo y dará dirección al diseño. Incluso si no tienes un conocimiento profundo, un esquema básico de tu idea será de gran utilidad.
No necesitas ser un experto, pero conocer la existencia de plugins esenciales como herramientas de SEO, seguridad o formularios te permitirá saber si estás en la línea correcta de lo que necesitas. Además, esto te servirá para dialogar con tu desarrollador y evaluar si sus recomendaciones coinciden con lo que habías pensado.
Cualquier proyecto en WordPress requiere de un servicio de alojamiento confiable que ofrezca estabilidad y buen rendimiento. Hostingplus es la mejor opción para asegurar que tu sitio opere sin contratiempos, dada su fiabilidad y excelente desempeño en términos de velocidad y seguridad.
Disponer de un servicio potente te ahorra problemas de carga lenta, caídas continuas y soporte deficiente. Recuerda que, por muy bueno que sea tu desarrollador, si la plataforma de alojamiento no está a la altura, tu web no funcionará de forma óptima.
Otro aspecto importante es contar con un inventario de los textos, imágenes y elementos multimedia que planeas utilizar. Determina si es necesario traducir tu contenido a otros idiomas o si solo lo manejarás en español. Así, tu desarrollador sabrá si debe integrar un plugin multilingüe o si no es un requerimiento prioritario.
Del mismo modo, asegúrate de que las imágenes estén optimizadas para la web. Nadie quiere ralentizar su sitio por usar archivos enormes que tarden siglos en cargar. Un desarrollador puede guiarte, pero si llegas con estos aspectos listos, el proyecto fluirá mucho mejor.
Muchas veces, queremos un sitio que lo tenga todo, pero eso puede incrementar el presupuesto hasta niveles impensados. Para negociar de forma efectiva, identifica qué funcionalidades son imprescindibles y cuáles pueden esperar para una fase posterior. De esta forma, podrás acordar un precio inicial más accesible y luego ir añadiendo mejoras a medida que tu proyecto crece.
En proyectos de mediana o gran escala, no es recomendable pagar el 100% por adelantado. Una práctica habitual es dividir el pago por hitos, como mencioné antes. Por ejemplo, puedes abonar un porcentaje al iniciar, otro al entregar un prototipo funcional y el resto al finalizar el trabajo. Así, ambas partes se sienten más seguras y motivadas a cumplir con sus responsabilidades.
Es aconsejable que toda la negociación se documente. Correo electrónico, mensajería instantánea y contratos formales son herramientas valiosas. Si surgen desacuerdos, tendrás un historial que demuestre lo que se pactó en cada momento. Esto brinda transparencia y protege tanto al contratante como al contratado.